Epílogo
ETA fue derrotada policialmente. ETA no decidió dejar las armas y disolverse cuando la propia banda quiso. Lo hizo porque la Policía y la Guardia Civil la habían convertido en una organización zombi. Como dice uno de los comisarios de la lucha antiterrorista al que entrevistaremos en este capítulo, “ETA había dejado de ser una organización, para convertirse en una banda”. Las sucesivas caídas de dirigentes, cada vez más cortas en el tiempo, la profusión de infiltrados y confidentes que la habían horadado por dentro, aceleraron su final.